2019 ha comenzado tal cual terminó 2018: con el mundo recuperando el aliento tras un ciberataque. Si Alemania sufrió a principios de este mes el mayor hackeo de su historia, que dejó al descubierto datos de centenares de políticos, a finales de noviembre fue la gran cadena hotelera Marriott quien reveló un ataque similar, que podría haber afectado a 500 millones de clientes. Pero antes de eso las víctimas habían sido Singapur, Facebook, el sistema bancario de México… no hay blanco a salvo de los piratas informáticos. La amenaza crece al tiempo que empresas e instituciones de todo el mundo hacen frente a otro peligro, igual de acuciante, que es el de la escasez de profesionales expertos en ciberseguridad. Un campo en el que tradicionalmente ha predominado lo autodidacta, pero que comienza a abrirse paso en la formación oficial de universidades y otros centros educativos.

Se prevé que nueve de cada diez empresas sufrirán un ataque informático en 2019. Y los costes se cifran en 11.500 millones de dólares este año. Los datos resultan abrumadores. Para lo malo, pero también para lo bueno. Y es que el nicho laboral se hace cada vez más grande. De aquí a 2022 las ofertas de trabajo en ciberseguridad se triplicarán, de acuerdo con los cálculos de la publicación especializada Cybersecurity Ventures. Las previsiones apuntan que para entonces habrá 1,8 millones de empleos sin cubrir en todo el mundo, 350.000 de ellos en Europa, según una encuesta del Centro para la Ciberseguridad y Educación (ISC)².

Seguir leyendo en ELPAIS